Después de indagar por la red sobre el tema de
la saturación de de la información me he encontrado con dos documentos que han
llamado mi atención.
El primero es un texto llamado
“Información, interacción, intercomunicación: Tejiendo la red global. El
impacto de Internet en el futuro de la educación” de William R. Budd, decano de
la Escuela de Comunicación de la Universidad de Rutgers, publicado en el año 1997.
En este texto, el autor nos habla de las posibilidades de Internet en
esa época, además del impacto que éste tendría sobre el hombre, ya que según el
camino que tomara este, podría darle un uso u otro, tomando diferentes caminos,
los cuales provocarían que el futuro fuera de una manera u otra, ya que visto
está que la naturaleza humana ha sabido darle a “todo” tanto un buen uso como
malo. Budd llama a Internet “el medio
más poderoso que ha inventado la humanidad”.
En cuanto a información en el campo de la
educación, el autor es muy positivo en temas como búsqueda, creación e
intercambio de la misma, al igual que nos habla también de la educación a
distancia, en la que, gracias a internet se iban a poder derribar aquellas
barreras que hasta el momento habían con respecto a este tema.
Nos habla de que Internet es un “arma de
doble filo” siendo este el tema que nos interesa, como es la sobreabundancia de
información. Budd señala que “el puro
volumen no produce conocimiento, y hay una creciente evidencia de que hecho
puede producir, en lo peor, confusión e indecisión y, en lo mejor, una pobre
toma de decisiones”.
Es en esta cita en la que estoy totalmente
de acuerdo con el autor, ya que vivimos
en una sociedad en la que continuamente se nos bombardea con todo tipo de
información, la cual, en su gran mayoría errónea hace que no sepamos muchas
veces ni que pensar, ni que opinar sobre un tema. En cuanto a la pobre toma de decisiones, está
claro que se debe a la gran basura a la que nos enfrentamos cada día, haciendo
que en la mayoría de los casos nos convenzan y no sepamos tener una identidad
propia, visto está en las campañas electorales, en las cuales saturan de
información, y me atrevo a decir que en su inmensa mayoría falsa, haciendo que
la gente sin “principios políticos” sea una marea que vote sin analizar esa
información, faltando lo que Budd llama la “alfabetización informativa”.
El segundo documento que me ha parecido
interesante ha sido “Adolescente ante las tecnologías de la información y la
comunicación: Internet, móvil y videojuegos” de Monserrat Castellana y
compañía, el cual nos habla de cómo los adolescentes se relacionan con las
tecnologías y como estas les afectan, tanto en su socialización como en su
identidad personal.
Este documento no va dirigido en su
totalidad a la sobreabundancia de información, pero está muy relacionado con la
misma, ya que sabemos que los adolescentes, al estar inmersos en el mundo de
las TICs, están expuestos al igual que nosotros a la saturación de información,
la cual, en su gran mayoría no saben discriminar.
Como sabemos, los adolescentes son muy
influenciables, por lo que se empapan de toda la información que reciben sea de
la índole que sea. Esto provoca que el
adolescente sea sumamente susceptible de sufrir conductas adictivas u otros
trastornos psicológicos relacionados con el uso de las TICs. Ling (2002) dice que “la adquisición del
teléfono móvil se considera un ritual de paso, al igual que el reloj o la pluma
en la primera comunión”.
La razón por la que he elegido este texto
ha sido porque pienso que este tema es totalmente actual, real, haciendo que se
pueda formar un debate abierto.
La sobreabundancia de información, en su
caso vía Internet, hace plantearnos todo lo que dicen estos autores, que la mala
información o que las nuevas tecnologías, que cada vez son más, están creando
ciudadanos sin criterio, con problemas para saber cuál es la información
relevante y cual no, sin toma de decisión y totalmente ajenos a lo que
realmente importa. Pienso y espero, que
como futuros docentes, que nos hemos desarrollado en nuestra etapa adolescente
con las nuevas tecnologías, sepamos llevar a cabo la funciónde orientador,
haciendo que nuestros alumnos y alumnas aprendan a saber que buscar, cómo
buscarlo y sobre todo a que tengan
criterio de si esa información es de calidad o no. Al igual que dice McLuhan, “nosotros formamos
nuestras herramientas y después nuestras herramientas nos forman a nosotros”,
por lo que debemos conseguir ser lo más críticos y selectivos posibles en esta
telaraña de información llamada Internet.
.Bibliografía.
.Budd, R.W. (1997).Información, interacción,
intercomunicación: tejiendo la red global: El impacto de internet en el futuro
de la educación. Zer, revista de estudios
de comunicación, (2).
.Castellana Rosell, M., Sánchez Carbonell, X.,
Graner Jornada, C., Beranuy Figueres, L. (2007). El adolescente ante las
tecnologías de la información y la comunicación: Internet, móvil y videojuegos.
Papeles del psicólogo,28(3). 196-204.
.Páginas web
utilizadas.